martes, 5 de diciembre de 2017

Ecuador: entre el leninismo y el correísmo

Decio Machado, quien supo integrar el equipo de gobierno de Rafael Correa en los inicios de su gestión, nos explica el contexto en que éste vuelve al país enfrentando a su sucesor Lenín Moreno

Canal Abierto / Buenos Aires (Argentina)

Decio Machado es un periodista español, miembro del equipo fundador del periódico Diagonal, un medio anticapitalista surgido hacia el 2003 desde los activistas de la comunicación y los movimientos sociales de izquierda en Madrid. Es Consultor internacional en Políticas Públicas y como tal formó parte del primer equipo de trabajo de Rafael Correa en su llegada al palacio de Carondelet, del que luego se alejó. Hace años se encuentra radicado en Quito.


En esta entrevista con Canal Abierto analiza la situación política en Ecuador, que se tensiona no al calor de los enfrentamientos entre el oficialismo y la oposición sino por las disputas dentro del sector gobernante. Es que a poco de ganar las elecciones en segunda vuelta Lenín Moreno del partido Alianza País, y heredar el poder de su antecesor y copartidario Rafael Correa -quien ocupara el cargo desde el 2007-, las pujas en el interior del frente gobernante escalaron rápidamente. “El enfrentamiento nace entre dos facciones diferentes del partido oficialista, una vinculada al ex mandatario Rafael Correa y otra vinculada al actual presidente constitucional del Ecuador, Lenín Moreno. Esta disputa nace desde el mismo día de la asunción presidencial de Moreno y se traduce en tres ejes básicos”.

En primer término, Machado indica que “el gobierno actual hace una reflexión crítica sobre algunos aspectos de la política del correísmo, fundamentalmente en el tema económico. La deuda pública adquirida por el Ecuador en este momento es, porcentualmente sobre el PBI, superior a la que heredó Correa de los gobiernos neoliberales. Es decir, desde que cayeron los precios de los commodities y la economía nacional se vio fuertemente golpeada por esta dependencia del mercado de recursos naturales internacional, el Ecuador inició -durante la gestión de Correa- una agresiva política de endeudamiento público (interno y externo) que lleva a que ahora haya dificultades serias para atender las obligaciones de pago”.
“El servicio de deuda hoy en Ecuador es superior al gasto que el gobierno realiza en materia de educación y salud. Estamos en la misma situación en que nos dejó el neoliberalismo”
Como consecuencia de esta problemática heredada, el periodista radicado en Quito afirma: “Esto conlleva a un conflicto entre el gobierno actual, que desenmascara esto, y el anterior, que presume de haber hecho una política económica referencial a nivel planetario”.

“Por otro lado, el gobierno actual plantea una fuerte lucha contra la corrupción, conscientes de que se ha enraizado una lógica de corrupción institucional tremendamente fuerte, el gobierno planteó una actitud de neutralidad frente a las investigaciones que se están haciendo desde el Poder Judicial. Esto significó una reacción iracunda de Correa, que acusó de traición a Lenín Moreno por dejarse presionar por lo que él llama `los medios de comunicación al servicio de la derecha´”. Lo cierto es que dichas investigaciones judiciales llevaron a la cárcel al actual vice-presidente, Jorge Glas, y también vice de la gestión anterior, además de hombre de confianza de Correa. El propio ex presidente a traviesa una situación judicial compleja: “en breve puede llegar a recibir una sentencia de entre uno y tres años y la apertura de más causas en su contra”.

Por último, aunque no menor, está la disputa en torno al liderazgo en el partido de gobierno. “Si bien Correa dejó de ser el presidente de Alianza País para ser presidente honorario, quien encabeza el partido es Lenín Moreno. Un sector de la fuerza vinculado a Correa intentó destituir a Moreno de la presidencia del partido oficialista, algo que llevó a una disputa en el Tribunal de Garantías Electorales, que en este momento está pendiente de dictaminar”, explica Machado.

“Mientras tanto Rafael Correa convocó a una convención nacional que está deslegitimada, desde la legalidad política e institucional. La reunión del día 2 de diciembre en Esmeraldas (capital de la provincia homónima, en el extremo noroeste del país, lindera con Colombia) es un congreso del partido oficialista a la que solamente asistirán los seguidores de Correa, lo cual le quitará legitimidad política. En este sentido está marcada la confrontación que se vive entre el ex presidente Rafael Correa y el actual presidente mandatario”, analiza el miembro del equipo fundador del periódico Diagonal.

La consulta popular

Rafael Correa regresó a Ecuador el pasado 24 de noviembre. Su retorno anticipado a Guayaquil conmocionó la realidad del pequeño país: En el aeropuerto se generaron enfrentamientos entre sus partidarios y detractores. Tras dejar el cargo en mayo de este año, el ex Presidente fijó su residencia en Bélgica, pero ha decidido volver para, según sus palabras, “reorientar el rumbo del partido y rescatarlo de la traición de su sucesor”. El hecho que colmó el vaso fue la convocatoria por parte de Moreno a una consulta popular que podría truncar la intención de Correa de volver al poder.



Los puntos del referendum y la consulta popular
En relación a la consulta popular, Machado profundiza: “lleva siete preguntas, de las cuales dos son estratégicamente fundamentales. Una tiene que ver con la reelección indefinida y otra tiene que ver con la institucionalidad del Estado”

En diciembre del 2015, el presidente Correa -ya de retirada- planteó una reforma constitucional con el fin de poder volver a presentarse en las elecciones del 2021. Originalmente, la Carta Magna indica que se podrá elegir una autoridad política tan soló una vez en su cargo. Esto significaba que Correa, elegido como presidente de la República en dos ocasiones, se encontraba impedido de presentarse nuevamente para el cargo de presidente de la República. “Este punto fue modificado gracias a la mayoría que en ese momento tenía la bancada del partido oficialista en la Asamblea Nacional, y se procedió con una reforma constitucional que permitía al ex-presidente presentarse en las próximas elecciones del 2021”.

En esta consulta, la segunda pregunta retrocede a la situación anterior a esta enmienda constitucional y plantea volver al texto original de la Constitución, lo que eliminaría la posibilidad de que Correa pueda ser partícipe en las elecciones 2021.

“Esto ha significado un conflicto muy fuerte porque es evidente la intención del ex-mandatario devolver a presentarse en el 2021 con la finalidad, de alguna forma, de tapar los diferentes frentes que se han abierto durante estos seis o siete meses que dejó el poder”, afirma Machado, y agrega: “Concreta y fundamentalmente, los casos de corrupción institucional que afectan al entorno más cercano, empezando por su amigo compañero de fórmula e incluso actual vicepresidente Jorge Glas, quien está detenido en un penal desde hace aproximadamente mes y medio o dos”.

Otro elemento de la consulta popular fundamental es el vinculado a lo que en la Constitución del Ecuador se configuró como el quinto poder: el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social.

Básicamente, este organismo pretendía ser una representación de la sociedad civil, eligiendo las autoridades de control de las diferentes instituciones del Estado que se pretendía fueran autónomas del Ejecutivo, por ejemplo el Consejo Nacional Electoral, la Procuraduría General del Estado, el Tribunal Contencioso Electoral, entre otros. “Es decir, organismos de control de la democracia, del buen funcionamiento del sistema democrático. Pero estos cargos en el Consejo de Participación y los cargos elegidos por el Consejo fueron ocupados con miembros del partido oficialista, es decir no fue un espacio de expresión de la sociedad civil sino que fue una maraña de funcionarios vinculados al partido de gobierno, al partido presidido por Correa. Esta situación sigue. Las instituciones públicas de Ecuador siguen vinculadas al ex mandatario de la República. Esto significa que la independencia de un organismo de control de la democracia como el Consejo Nacional Electoral está comprometida.
Esta tercera pregunta lo que plantea es reformular el concepto del Consejo de Participación Ciudadana y al mismo tiempo auditar en sus funciones a cada uno de los cargos nombrados desde el Consejo de Participación Ciudadana lo que permitiría evaluar a estos funcionarios y en el caso de que la evolución sea negativa cesarlo en sus funciones. Esto significaría que el correísmo perdería todo ese poder que aún sostiene digamos en la institucionalidad funcionarial y evidentemente esto significaría la desaparición de cualquier posibilidad de incidencia dentro de las instituciones públicas.
Esto evidentemente también ha conllevado un nivel de enfrentamiento muy fuerte donde Correa plantea no solamente un no a estas dos preguntas sino no a las siete preguntas lo cual es una barbaridad porque las demás preguntas están vinculadas a temas que son claramente apoyados por la sociedad.

Convulsión en el oficialismopositor

El presidente Correa volvió la semana pasada al país y se vuelve a marchar el día 4 de diciembre, inmediatamente después del Congreso de Esmeraldas. Su aparición animó y convulsionó la política ecuatoriana.



Correa en la convención de Esmeraldas denunció que de aprobarse el punto 2 de la Consulta “¡¡Se acabó la división de funciones!! ¡Tendremos un absolutismo!“.
Mientras, el país está obligado a renegociar las obligaciones de deuda externa contraídas durante los últimos años de gestión correísta porque hay una imposibilidad de poder pagar esto. Existen algunos informes de instituciones financieras internacionales que hablan del riesgo de default.

Machado evalua que: “Evidentemente el Gobierno Nacional está intentando reanimar la economía ecuatoriana que está en parálisis o en semi parálisis desde el año 2013. Los dos últimos años de gestión correísta conllevaron cifras negativas en la economía: el penúltimo año de gestión no se creció más del 0,1 – 0,2 por ciento del PBI; y el último año de la gestión Correa cerró con un indicador negativo de menos 1,5 por ciento. Es decir Correa dejó el país en recesión.”

“Curiosamente, lo sorprendente del caso ecuatoriano es que el partido de gobierno Alianza País es al mismo tiempo el partido de gobierno y el principal partido de oposición. El resto de la oposición política sea conservadora o grupos más escorados a la izquierda que Alianza País, han desaparecido del mapa político ecuatoriano con lo cual digamos toda la lógica política del Ecuador se sostiene sobre el conflicto interno de Alianza País.

En esta curiosidad propia del Ecuador, es difícil encontrar una situación de estas características en otro país, me atrevería a decir que se cierra el círculo de la coyuntura política actual.“

 

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