jueves, 25 de septiembre de 2014

Silva, ¿una candidata ecologista y neoliberal?

Marina Silva se convierte en el más serio desafío para el PT de Dilma Rousseff

Por Decio Machado 
Redacción (Quito/Ecuador)
diagonalperiodico.net

Las encuestas indican que Marina Silva, candidata por el Partido Socialista Brasileño (PSB), podría llegar a la segunda vuelta en las elecciones presidenciales del 5 de octubre.

Silva cumple diversas condiciones claves para conquistar el corazón del pueblo brasileño: es una mujer pragmática y ambiciosa, comparte religión -la evangélica- con más de 42 millones de brasileños y tiene una historia de vida que recuerda al ex-presidente Lula: origen humilde y un amplio pasado de privaciones y luchas sociales. A todo ello hay que sumar el fuerte impacto social generado por la trágica muerte del que fuer número uno del binomio presidencial del PSB, Eduardo Campos, quien ejerció -como la misma Silva- como ministra de Lula.

Desde lo más bajo

De origen muy humilde, Marina Silva aprendió a leer y escribir a los 16 años. Fue criada en una aldea de seringueiros -trabajadores que extraen el lechoso líquido del árbol del caucho-, participando desde niña en estas tareas. A pesar de ello, consiguió licenciarse en Historia por la Universidad Federal de Acre. Allí, abandonó su sueño de ser monja tras descubrir el marxismo y afiliarse al entonces clandestino Partido Revolucionario Comunista.

Por su relación con los movimientos de trabajadores del caucho, se vinculó a la Teología de la Liberación y con Chico Mendes, líder sindical y ambientalista asesinado en 1988. Por esos años, se convirtió en una de las fundadoras de la filial de la Central Única de Trabajadores (CUT) en Acre. Ya en las filas del Partido de los Trabajadores (PT), Marina Silva fue concejala de Rio Branco y diputada estatal. Entre 2003 y 2008, llego a ocupar el cargo de ministra de Medio Ambiente.

Ruptura con el PT

Según Márcio Grijó Vilarouca, de la Fundación Getulio Vargas, la gestión de Silva como titular de la cartera de Ambiente fue positiva "por cuestiones como la contención de los desmontes" en la región amazónica y por la creación de reservas legales de protección al medio ambiente. Sin embargo, Silva sufrió importantes derrotas políticas en el interior del PT frente al sector desarrollista, encabezado por Dilma Rousseff, que en esa época ejercía como ministra de Minas y Energía. Poco después, lo haría como jefa de gabinete de Lula. Entre estas derrotas destacan la liberalización de los transgénicos en 2005 y los diversos impactos ambientales y laborales generados por el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) del Gobierno de Lula, pactado con la cúpula empresarial.

Estas posiciones irreconciliables llevaron a Silva a abandonar la formación petista e incorporarse al Partido Verde, donde sorprendió en las elecciones presidenciales de 2010, donde consiguió 20 millones de votos.

Silva abandonó al año siguiente el PT con la idea de construir su propio movimiento, la Red de Sostenibilidad, pero no logró las 500.000 firmas de respaldo necesario para su legalización. Esto la llevó a afiliar al PSB y a presentarse como vicepresidenta del binomio encabezado por el fallecido Eduardo Campos.

Giro político

Según Adalberto Cardoso, profesor de la Universidad Estadual de Río de Janeiro, la evolución de Marina Silva hace que su posición política sea confusa. "No tiene un proyecto político muy claro, es impredecible", declara el académico carioca, llegando a calificarla de "ecologista neoliberal".

Lo cierto es que la coordinadora de campaña de Silva es Neca Setubal, la heredera del Banco Itaú, brazo financiero del Itaú Holding, el mayor de América Latina tras su fusión en 2008 con Unibanco. Esto la vincula a los intereses del capital financiero, algo que se concreta en su propuesta -criticada desde los sectores progresistas- de independizar al Banco Central del Congreso y del Ejecutivo. Dicha posición le ha generado fuertes críticas desde los sectores progresistas, aunque cabe señalar al respecto que comparativamente los banca en Brasil ganó seis veces más en los ocho años de gobierno de Lula que en los siete que duró el mandato del neoliberal Fernando Henrique Cardoso.

Sin embargo, este apoyo del sector financiero es confuso, dada su relación de hermandad con el sector industrial, en la actualidad muy vinculado al PT. En todo caso, Marina Silva ha declarado en reiteradas ocasiones que su  política económica "es una conjunción de las políticas económicas de Fernando Henrique (Cardoso) y de Lula. Silva también ha expresa su oposición al creciente poder de las compañías estatales chinas en Brasil.

Es por ello que José Correa Leite, miembro de la dirección del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), considera que Silva no cuestiona el neoliberalismo aunque representa una "tercera vía" dentro del sistema. "Ella prioriza cuestiones de sostenibilidad, pero lo hace con el respaldo de un sector del capital que busca modernizar el capitalismo brasileño", enfatiza Correa Leite.

El profesor Ricardo Ismael, de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro, considera que es un gran logro que esta candidatura tenga en la actualidad un 50% de posibilidades de triunfar, dado los grandes obstáculos que enfrenta, entre ellos disponer de "poco tiempo dentro del horario electoral gratuito en medios debido a la baja representación del PSB en el Congreso y la falta de una amplia estructura en todo el país".

Pero este logro tiene que ver también con el desgaste del PT en el poder. "Dilma Rousseff no puede prometer los grandes cambios que los votantes quieren para el país, pues eso implicaría admitir fallas en su gobierno", señala David Fleischer, politólogo de la Universidad de Brasilia.

Según diversos analistas, Silva ha capitalizado gran parte del descontento de los que salieron a las calles a protestar contra el Gobierno en el último año. Todo a pesar de que su conversión al evangelismo pentecostal le ha generado diversas polémicas con sectores vinculados a la lucha por el derecho al aborto.

El programa electoral de Silva también implica algunos cambios notables en el ámbito de la política internacional. Uno de ellos es su cuestionamiento a la cláusula que obliga a los miembros de Mercosur a negociar en grupo acuerdos comerciales con otros mercados, algo que allanaría el camino de tratados de libre comercio entre Brasil y la Ue o incluso con EEUU.

Aires de victoria

En caso de segunda vuelta se debe considerar que gran parte del electoral del conservador Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB) -tercera fuerza electoral- votaría por Silva para evitar la reelección de Dilma Rousseff.

Quizás por ello, Marina Silva -rodeada de notables como Fernando Meirelles, director de la película Ciudad de Dios, o de músicos como Caetano Velos y Arnaldo Antunes- se mostraba triunfal: "Me veo como la primera presidenta socioambientalista del mundo".

Marina Silva: cronología de vida

1958-1985
- 1958. Marina Silva nace en la ciudad de Rio Branco, capital del Estado Federal de Acre, fronteriza con Bolivia y Perú.
- 1974. Recibe sus primeras clases de alfabetización.
- 1985. Se afilia durante la dictadura militar al clandestino Partido Revolucionario Comunista y funda la filial de la CUt en Acre.

2003-2009
- 2003. Es nombrada ministra de Medio Ambiente por el presidente Lula da Silva.
- 2008. Dimite como ministra de Medio Ambiente.
- 2009. Después de que Lula elija a Dilma Rousseff como su sucesora, Marina Silva abandona el PT.

2010-2011
- 2010. Se presenta a su primera elección presidencial como candidata del Partido Verde y obtiene 20 millones de votos. Esta pequeña formación política se convierte en la tercera fuerza política del Brasil.
- 2011. Abandona el Partido Verde para conformar sin éxito su propia organización política, la Red de Sostenibilidad.

2013-2014
- 2013. El PSB anuncia la incorporación de Silva a sus filas.
- 2014. Es nombrada acompañante de Eduardo Campos en las elecciones presidenciales de Brasil. Pasa a ser candidata a la presidencia tras la muerte en accidente aéreo del número uno del PSB.

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